Entre los juegos para fiestas de Halloween de los niños, el gato negro es uno de los preferidos por los más pequeños de la casa. Es muy simple e intuitivo, y por eso se puede jugar en familia, desde los abuelos, hasta los nietos, pasando por los papás y los hermanitos.
Un gato negro es el protagonista del juego que tiene que encontrar a sus cachorros, basándose únicamente en su capacidad auditiva.
Cómo se juega a "El gato negro" en Halloween
Un niño del grupo es elegido para ser el gato negro. Éste deja momentáneamente el cuarto, mientras que todos los niños, sentados en el suelo, con la frente apoyada sobre sus rodillas y los brazos alrededor de su cabeza para cubrir su cara, tanto como sea posible. Un adulto pasará entre los niños sentados en el suelo y tocará a algunos de ellos, que se convertirán en los gatitos. Cuando el gato negro vuelva a la habitación, los niños que han sido tocados deben comenzar a maullido, sin levantar nunca sus cabezas. El gato negro debe entender dónde están sus cachorros y tocar a uno de los niños que está aullando. Si adivina el gato negro, el niño que ha sido descubierto se pone en pie y, a partir de ese momento, se convertirá en el nuevo gato negro y deberá averiguar de nuevo quiénes son sus cachorros. El juego termina cuando todos los niños que hacen los gatitos se descubren.
